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UPAGRA en la historia

Piquete del Puerto Rico Newspaper Guild a El Mundo

Piquete del Puerto Rico Newspaper Guild durante huelga El Mundo.

El sindicalismo no solo enfrenta los desafíos de los tiempos cambiantes, sino que también se reinventa para fortalecer su impacto en las nuevas realidades laborales y económicas. Ante las actitudes patronales y los cambios en la administración empresarial, el sindicato se mantiene firme, promoviendo la educación y la conciencia colectiva. Además, trabaja activamente para contrarrestar los prejuicios contra los trabajadores y el sindicalismo, impulsando la equidad y el respeto en el ámbito laboral.

Los orígenes del Puerto Rico Newspaper Guild: Una historia de unión y perseverancia

La voluntad de un grupo de líderes sindicales, comprometidos con el bienestar colectivo de sus compañeros, fue el motor detrás de un esfuerzo que terminó consolidando la representación laboral en el periodismo puertorriqueño.

El 1 de febrero de 1962, nació formalmente la Local 225 del Puerto Rico Newspaper Guild, con la certificación de The American Newspaper Guild (ANG). Entre los fundadores estuvieron Horst G. Buchholz, James T. Fitzpatrick, Norman Gall, Eddie López, Alexander W. Maldonado, Luis Montañez, Jr., Reuben J. Ortiz, Paul Rusanowsky, Manuel Suárez y Constance Underhill, quienes impulsaron un movimiento que marcaría el inicio de una nueva etapa para los trabajadores de la prensa en la isla.

Si bien el reconocimiento formal de la unión llegó en 1962, los esfuerzos por organizarse datan de al menos una década antes. Desde 1950, varios empleados de periódicos intentaron formar sindicatos, asesorándose con expertos en la materia. Sin embargo, las condiciones para lograr una estructura sindical consolidada no se dieron hasta 1961, cuando el ANG llegó a Puerto Rico y comenzó a promover la organización entre los trabajadores de la prensa.

El momento clave ocurrió con el crecimiento del diario The San Juan Star, fundado en inglés para un público angloparlante en Puerto Rico. Inicialmente, la gerencia mantenía relaciones armoniosas con sus empleados, pero con el paso del tiempo surgieron cambios en la administración que generaron tensiones. Uno de los eventos que aceleró el proceso de sindicalización fue el anuncio del despido de Cloraldo González, único empleado encargado de la limpieza en el periódico.

Este hecho llevó a Luis Montañez, Jr., quien trabajaba en contabilidad, a contactar a la Local 3 de Nueva York del ANG en busca de apoyo. Lo que comenzó como un esfuerzo dentro del área administrativa pronto se expandió a la redacción y otros departamentos. Finalmente, el 5 de octubre de 1961, una votación entre los empleados del Star resultó en un respaldo mayoritario al sindicato, con 35 votos a favor y 14 en contra.

La victoria sindical permitió iniciar negociaciones para un convenio colectivo, y el 19 de febrero de 1962 se firmó el primer contrato entre la Local 225 y el periódico. Como parte de los acuerdos, se otorgó una bonificación a los empleados afiliados y se logró la reintegración de Cloraldo González a su puesto.

Mientras tanto, en el diario El Mundo, otro grupo de empleados trabajaba discretamente en la recolección de firmas para afiliarse al Guild, buscando mejoras en salarios, estabilidad laboral y condiciones de trabajo dignas. Con el tiempo, más sectores dentro de los medios de comunicación se sumaron al movimiento sindical, fortaleciendo la presencia de la Local 225.

A lo largo de los años, el sindicato ha sido clave en la defensa de los derechos laborales de los periodistas y trabajadores de los medios en Puerto Rico, demostrando que la unión y la determinación pueden generar cambios significativos.

Ramón Rodríguez, presidente de la Unidad El Mundo del Puerto Rico Newspaper Guild, recordaba con claridad los primeros años de la organización y la valiosa colaboración de Ed Allen, representante internacional del American Newspaper Guild, quien fue clave en la negociación del primer convenio.

“Su apoyo fue fundamental”, señaló Rodríguez en una entrevista para el periódico de UPAGRA hace varios años. Rodríguez destacó el asesoramiento y la orientación que Allen brindó en reuniones realizadas en la Casa Alcaldía de San Juan, el Departamento del Trabajo y hasta en su apartamento en el Viejo San Juan.

En aquellos tiempos, las condiciones laborales eran muy distintas. La jornada de trabajo se extendía seis días a la semana, no existía compensación por horas extras, y los aumentos salariales no estaban asegurados. Rodríguez recuerda que, a pesar de la solidez financiera de la Empresa El Mundo, los ajustes salariales solo beneficiaban a un grupo reducido de empleados, mientras que el resto recibía aumentos mínimos de apenas dos o tres dólares semanales.

El primer convenio sindical marcó un antes y un después para los trabajadores. La seguridad en el empleo, una escala salarial establecida, horarios regulados y el reconocimiento del pago por horas extras fueron algunos de los avances logrados. Además, se fortaleció el trato respetuoso hacia los empleados, consolidando el papel del sindicato como garante de mejores condiciones laborales.

Aunque durante dos años el crecimiento del Guild no fue evidente, a finales de 1964 quedó claro que la expansión sindical era una prioridad. El 2 de noviembre de ese año, los empleados del diario El Imparcial participaron en una votación histórica, con 82 votos a favor y 19 en contra, asegurando su afiliación al Guild.

La organización sindical en El Imparcial no fue fácil. “Tuvimos que actuar con discreción, porque así lo exigía la realidad”, recuerda Flor de María Rodríguez, ex reportera del diario, en un artículo en los archivos de UPAGRA. Las condiciones laborales eran difíciles, especialmente en el ámbito de la salud, lo que motivó a los empleados a buscar cambios.

En ese período, el ambiente laboral en El Imparcial estaba marcado por disputas entre la Seafarers International Union (SIU) y la Unión de Tronquistas, que representaban distintos sectores de trabajo, en particular los muelles. La prensa de la época informaba sobre los conflictos entre ambos grupos, lo que contribuyó a que otros empleados tomaran conciencia de la necesidad de un sindicato propio.

“Las condiciones eran extremas”, comentó Rodríguez. “En el taller quemaban plomo, lo que afectaba a los redactores en el entresuelo, donde el calor se volvía insoportable por la falta de aire acondicionado”.

Así, en medio de dificultades y desafíos, el movimiento sindical en el periodismo puertorriqueño continuó consolidándose, dejando una huella importante en la historia laboral del país.

Piquete Puerto Rico Newspaper Guild en The San Juan Star.
Piquete del Puerto Rico Newspaper Guild en The San Juan Star.

El crecimiento y consolidación del Puerto Rico Newspaper Guild

La firma del primer convenio colectivo marcó el inicio de una nueva era para los trabajadores del periodismo en Puerto Rico. La seguridad en el empleo, la regulación de escalas salariales y el pago justo por horas extra fueron logros fundamentales, destaca la Sra. Rodríguez. Además, la empresa accedió a instalar un sistema de aire acondicionado en El Imparcial, una de las demandas más urgentes de los empleados.

Con el compromiso de seguir expandiéndose, en mayo de 1969 el Guild organizó a los empleados de la oficina de San Juan de la agencia United Press International (UPI), asegurando mejores condiciones laborales. Sin embargo, tras una huelga que se prolongó de marzo a septiembre de 1972, la Unión Independiente de Empleados de UPI logró la descertificación del Guild y eventualmente se integró a otro gremio.

Durante esos años, hubo intentos por ampliar la representación sindical hacia otras áreas de trabajo. Fue en ese proceso que la Local 225 adoptó el nombre de Unión de Periodistas, Artes Gráficas y Ramas Anexas (UPAGRA), consolidando su identidad gremial.

En 1974, el movimiento sindical llegó al periódico El Vocero, donde en tan solo dos años, todos los empleados se afiliaron a UPAGRA mediante la firma de tarjetas de membresía. A finales de 1976, otro grupo de trabajadores que había pertenecido a otras uniones y había enfrentado huelgas, decidió unirse al gremio. Entre ellos estaban los empleados de WAPA-TV, Canal 4.

Todo surgió a raíz de una huelga que generó desacuerdos sobre el plan médico y los salarios, según recordaban líderes sindicales de la época en WAPA-TV. En busca de una alternativa, los trabajadores realizaron una elección el 7 de diciembre de 1976, optando por UPAGRA como su representante, gremio que los sigue respaldando hasta la actualidad.

El crecimiento de la unión no se detuvo. En 1977, los empleados de la Federación de Cooperativas, preocupados por rumores sobre despidos debido a la sindicatura de la organización, buscaron asesoramiento con UPAGRA y lograron afiliarse. Un contrato garantizó estabilidad laboral, mejores condiciones de trabajo y seguridad para los empleados.

El impulso sindical continuó hasta 1985, cuando los trabajadores del naciente periódico El Reportero comenzaron a organizarse. Todo inició cuando un empleado del Departamento de Circulación observó la falta de estructura y la inequidad en la asignación de responsabilidades. Las culpas siempre recaían en los más vulnerables, como suele pasar en los talleres no unionados.

Con conocimiento previo sobre convenios colectivos, un empleado inició las gestiones para establecer un sindicato. Sabían que los aumentos salariales se otorgaban por privilegios y que había despidos estratégicos para evitar la continuidad laboral y por ende, pagar los beneficios que les correspondían.

Francisco Rivera, delegado general de El Reportero, recordó: “Recogimos firmas, tarjetas de afiliación y finalmente logramos presentar el caso con todos los fundamentos legales. UPAGRA fue reconocida oficialmente como nuestra representante”.

La primera edición de El Reportero salió el 30 de julio de 1980 y cerró el 14 de noviembre de 1987 por problemas económicos luego que su propietario había muerto. Por el tiempo que duró la publicación los empleados disfrutaron de estabilidad laboral, mejores salarios y el derecho a negociar con la empresa cualquier disputa, gracias al convenio colectivo que tuvieron.

Son estos mismos principios de equidad y justicia los que inspiraron la fundación de la unión hace más de 60 años, y los que siguen guiando el camino de UPAGRA en la defensa de los derechos laborales de sus miembros hasta el presente.

Por más de seis décadas de compromiso serio y responsable del liderato de la UPAGRA, los empleados de los talleres representados por la Unión han experimentado mejoras significativas. Han recibido salarios más competitivos y beneficios adicionales, cuentan con mayor protección frente a accidentes y enfermedades, y disfrutan de una mejor calidad de vida.

AñosPresidentes de UPAGRA
1962-63Manuel (Manny) Suárez
1963-68Luis Montañez, Jr.
1969Luis Irizarry Friere
1970Celestino Hernández
1970-74Alfredo González, Jr.
1974-77Angel Báez
1977-80Víctor Morales
1980-82Neftalí Cortés
1982-86Charlie Ramis
1986José Feliciano
Matrícula en 19871,182 unionados

 


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