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La crisis de la JNRT y sus implicaciones

La incertidumbre y los conflictos continúan siendo la orden del día bajo la administración del presidente Donald Trump y una de las muchas agencias que cayó en su mirilla de su agenda de paralizar dependencias federales fue la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo (JNRT o NLRB por sus siglas en inglés). ¿Por qué se enfoca en un organismo independiente que no responde directamente al presidente? Fuera del conocido interés corporativo en contra de los sindicatos, en este caso existe un interés particular por desaparecer la Junta Nacional y está en Elon Musk.

National Labor Relations Board

La JNRT y su parálisis

La Junta Nacional de Relaciones Laborales (JNRT) fue esencialmente paralizada tras el despido de uno de sus miembros por Trump, dejando vacantes tres de los cinco puestos necesarios para el quórum. Este cierre afecta directamente a los sindicatos, ya que la JNRT supervisa elecciones sindicales e investiga prácticas laborales injustas. Sin capacidad para actuar, las leyes laborales quedan sin aplicación efectiva.

Además, la intervención del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), bajo el liderato de Elon Musk, ha dejado a la Junta sin un portal web donde encontrar información de la agencia, récord de casos sometidos, decisiones, formularios e información de contacto y de sus oficinas regionales. La página web de la Junta desapareció.

Elon Musk y Donald Trump

Elon Musk y su conflicto con la JNRT

La JNRT, debilitada por decisiones judiciales y legislativas, se ha enfrentado a figuras como Musk y a su nefasto DOGE. Musk, según el columnista de The Nation John Nichols, “odia a los sindicatos, con una pasión candente que lo ha vuelto delirante”. Claramente confía que el segundo mandato presidencial de Trump va a ejercer presión política sobre la Junta Nacional para que abandone la postura agresiva de los últimos años haciendo cumplir los derechos de los trabajadores.

Las empresas SpaceX y Tesla, de Musk, así como Amazon de Jeff Bezzos, han impugnado la autoridad de la Junta en los tribunales y complicando el avance de la representación sindical en sus instalaciones.

SpaceX presentó un caso ante un tribunal federal el año pasado en el cual argumentaba que la estructura de la JNRT era inconstitucional y no se le debería permitir actuar sobre las querellas por prácticas laborales injustas. Con esta demanda SpaceX intenta impedir que la agencia actúe en su contra por el despedido de nueve trabajadores que se quejaron de que fueron despedidos por escribir una carta a la gerencia pidiéndoles que condenaran públicamente el comportamiento “dañino” de Musk en las redes sociales. Tesla también se ha enfrentado a quejas sobre el trato de la Junta a los esfuerzos de sindicalización de sus empleados. Musk incluso tuiteó que si los empleados se unían a un sindicato perderían sus opciones sobre acciones de la empresa.

El 24 de julio del 2024, un tribunal federal de distrito de Texas emitió una orden judicial en un caso presentado por Space Exploration Technologies Corp. (SpaceX), contra la Junta Nacional. La orden judicial prohíbe a la JNRT proceder con un juicio que acusaba a SpaceX de cometer prácticas laborales injustas. Esa decisión preocupa a los sindicatos porque el tribunal determinó que era probable que SpaceX ganara su caso argumentando, en esencia, que la autoridad de los jueces de derecho administrativo y de los cinco miembros de la JNRT, ante quienes se pueden apelar las decisiones laborales, es inconstitucional.

El fallo ha sentado un precedente nefasto ya que inmediatamente los empleadores simplemente han ignorado las sentencias de la JNRT, lo que dificulta que los sindicatos hagan cumplir los derechos legales de los trabajadores que representan.

La incapacidad de la Junta para actuar

Sin quórum, la JNRT no puede responder a las violaciones laborales. Por ejemplo, en un caso de Amazon en Alabama, un juez ordenó una tercera votación sindical tras identificar prácticas ilegales, pero la falta de quórum detiene cualquier avance. Mientras tanto, Trump ha priorizado un enfoque pro-empleador al despedir a Gwynne Wilcox, miembro de la Junta designada por el presidente Biden, criticando reglas que protegían a los trabajadores y fortalecían los sindicatos.

El impacto en empleadores y trabajadores

Aunque la parálisis beneficia a corto plazo a los empleadores al frenar las decisiones sindicales, también genera incertidumbre, lo que puede ser perjudicial para los negocios. La situación es una victoria parcial para los empresarios y deja en el limbo la protección de los derechos laborales.

Qué significa cuando la Junta no puede actuar

La JNRT enfrenta una parálisis por la falta de nombramientos de la administración Trump e impide la aplicación de leyes laborales. A pesar de que directores e investigadores continúan analizando disputas laborales, la ausencia de un quórum permite a los empleadores evitar regulaciones sin consecuencias.

La administración despidió a Wilcox, acusándola de favorecer a los sindicatos. Entre sus reglas criticadas por Trump está la prohibición de reuniones obligatorias en contra de la sindicalización. En lugar de llenar las vacantes de la junta y revertir medidas pro-sindicales, Trump la dejado incapaz de actuar, debilitando su papel en la negociación laboral.

La falta de quórum ha afectado casos como la demanda de SpaceX, donde la agencia no pudo impugnar la alegación sobre su constitucionalidad. Wilcox, la primera mujer y persona negra en presidir la junta, ha recurrido a los tribunales para recuperar su puesto tras un despido sin justificación adecuada.

Este escenario deja incertidumbre sobre el futuro de la JNRT y la protección de los trabajadores.

La última palabra la tiene el Supremo

La Corte Suprema de Estados Unidos dijo en mayo que el presidente Donald Trump no tiene que volver a contratar los altos funcionarios que despidió de dos agencias laborales federales independientes que hacen cumplir las protecciones de los trabajadores, mientras los funcionarios continúan luchando en los tribunales para revertir sus despidos.

Los funcionarios fueron destituidos de sus cargos a principios de año cuando el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, emitió una orden administrativa para pausar temporalmente su reincorporación mientras el pleno de la Corte revisaba el asunto. Es una victoria significativa para Trump y sus esfuerzos por afirmar el control sobre las agencias federales, aunque el Congreso las diseñó para que fueran independientes de la intromisión de la Casa Blanca.

En marzo, un juez federal había dictaminado que la destitución de Wilcox de la Junta Nacional por parte de Trump fue “descaradamente ilegal”. La decisión fue apelada por el gobierno.

El fallo de la Corte Suprema es temporal, pero muestra a los jueces receptivos a las afirmaciones de Trump sobre el vasto poder presidencial sobre las decisiones de contratación. “Debido a que la Constitución confiere el poder ejecutivo al presidente”, escribió el tribunal en su opinión no firmada, “él puede destituir sin causa a los funcionarios ejecutivos que ejerzan ese poder en su nombre, sujeto a excepciones limitadas reconocidas por nuestros precedentes”.

Las tres juezas liberales de la Corte Suprema, Elena Kagan, Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson, disintieron.

Los funcionarios son Cathy Harris, expresidenta de la Junta de Protección de Sistemas de Mérito (JPSM), que revisa los despidos federales y puede reincorporar a los trabajadores despedidos injustamente, y Wilcox de la JNRT. Ambas mujeres son demócratas y fueron nombradas por el expresidente Joe Biden para mandatos legales que no iban a expirar hasta dentro de años.

La decisión temporal, escribió el tribunal recientemente, “refleja nuestro juicio de que es probable que el gobierno demuestre que tanto la JNRT como la JPSM ejercen un poder ejecutivo considerable”. Aclaró que no estaba decidiendo, en esta etapa, la cuestión de si las agencias caen dentro de esas excepciones.

El tribunal hizo todo lo posible para rechazar directamente un argumento planteado por Harris y Wilcox de que un fallo en su contra podría tener consecuencias para otras agencias independientes, especialmente la Reserva Federal, que tiene una enorme influencia sobre la economía de la nación. Esto se debe a que la Reserva está estructurada esencialmente de la misma manera que otras agencias independientes que Trump ha apuntado.

“No estamos de acuerdo”, dijo el tribunal, haciéndose eco de un argumento que Trump planteó a lo largo del caso. “La Reserva Federal es una entidad cuasi-privada con una estructura única que sigue la tradición histórica distintiva de los Bancos Primero y Segundo de los Estados Unidos”.


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